Cali en el Corazón

La categoría de Mira Vé Colombia que incluye artículos que llevan a «Cali en el Corazón«. Mi mujer nació en Santiago de Cali. Por dicho motivo dedico esta categoría a mi amada mujer se la dedico. Sus raíces familiares se encuentran en Santiago de Cali y por todo el distrito del Valle del Cauca en Colombia.

Ay, Cali! La Sucursal del Cielo, donde el sol siempre brilla y el ritmo nunca para. Aquí, el calor se lleva en el alma, y la gente no necesita excusas para bailar, cantar y celebrar. Desde la mañana, cuando el aroma del pandebono y la avena se mezcla con la brisa fresca del Valle, hasta la noche, cuando las luces de la ciudad se prenden al ritmo de la salsa y el reguetón, Cali en el corazón es más que una frase, es un sentimiento que se vive en cada esquina, en cada sonrisa, en cada paso de baile.

Cada rincón tiene su historia, cada esquina su parranda. Los sancocho de gallina y las empanadas caleñas son el alma de la mesa, y no hay nada más tradicional que un chuletón valluno con arroz, tajadas y su ensalada, mientras se disfruta de una fría lulada. Pero no todo se queda en la comida, porque cuando se habla de Cali, hablamos de un pueblo que baila y canta con todo el corazón. La salsa caleña es nuestra seña de identidad, esa que se mueve al compás de la vida, con los pies al ritmo frenético y los brazos al aire, como si no hubiera mañana.

Aquí, la Feria de Cali es mucho más que un evento, es una celebración interminable. El desfile, el ambiente, los conciertos, las bailarinas en las calles, los carros llenos de gente disfrutando del salsódromo de la vida. Y si es diciembre, ni hablar: las calles se llenan de luces, de música, de alegría, de esa energía contagiante que solo los caleños sabemos transmitir.

Cali es también la cuna del Petronio Álvarez, el festival que reúne lo mejor del Pacífico colombiano, con tambores, marimbas y una explosión de sonidos que hablan de la herencia africana de esta tierra. Pero no todo es salsa y pacífico, porque también el reguetón se escucha, el vallenato también se siente, y todo se fusiona en una fiesta continua, donde el que no baila se queda atrás.

La gente de Cali tiene algo especial, una alegría desbordante que no entiende de días grises. No importa si es lunes o sábado, siempre hay espacio para una rumba, una charla, una risa y un buen compañero de fiesta. Aquí la vida es festiva, llena de sabor y ritmo, y no hay duda: en Cali, cada día es una fiesta que jamás termina. Cali en el corazón es algo que se lleva dentro, porque ser caleño es ser parte de una fiesta eterna.